practicas educativas


Ahora bien,
toda actuación genuinamente humana, ya sea que se la conceptualice como
"intervención", "trabajo", acción",
"realización", "conducta", "hecho",
"representación", "práctica", "actividad", etc.,
es humana en tanto está precedida de teoría. El concepto "teoría" es
utilizado en este contexto en dos sentidos. En sentido débil utilizamos
"teoría" para indicar opiniones superficiales, pensamiento pre
conceptual, ideas generales, nociones vagas, prejuicios. En sentido fuerte,
teoría es entendida como conjunto de conceptos, hipótesis, juicios y
razonamientos con los cuáles se pretende describir o explicar un fenómeno
o conjunto de sucesos. Esta es una perspectiva epistemológica según la cual
toda observación y, por ende, toda actividad humana está precedida de teoría.
No hay observación de la realidad sin teoría (en los dos sentidos de teoría). La
tesis de Moore está planteada de la siguiente manera: Moore
(1987) "Toda practica implica una teoría y la teoría educativa
es, por lógica, anterior a la práctica educativa. A menos que se siga una
teoría, con un fin deseable como meta y los medios para alcanzarla, el actuar
no será una práctica de ninguna manera, sino sólo conducta sin
sentido" (p. 20). La proposición "la teoría es anterior a la
práctica" sintetiza una perspectiva que con facilidad puede ser calificada
como racionalista. También debemos señalar que así planteada esa afirmación
levanta reacciones en contra, en especial desde el ángulo opuesto que se puede
denominar empirista, desde el que se sostiene que la "práctica en la madre
de toda teoría". En este contexto sostenemos que ambos extremos (la
contraposición de teoría y práctica) constituyen una manera de pensar
dicotómica que no contribuye a la mejor comprensión de los fenómenos humanos en
general, ni mucho menos ayuda al entendimiento de los fenómenos escolares en
particular. Lo que hacen los profesores en el salón de clases y en
general las políticas, normas disciplinarias y enfoques curriculares que se
proponen y adoptan para los ambientes escolares responden a pensamientos,
ideas, teorías [ o dicho en términos técnicos: responden a concepciones
teóricas] más o menos estructuradas sobre las medidas que parecen más
convenientes adoptar en función de formar ciudadanos y ciudadanas con
disposiciones hacia el diálogo, la tolerancia, la autonomía, con capacidades
prospectivas para solucionar y prevenir problemas, con actitudes de respeto a
las normas de convivencia civilizada y espíritu de iniciativa o bien la
perspectiva contraria consistente en formar individuos sumisos, adaptados para
la obediencia al "líder máximo" y atrapados por el fanatismo a favor
de un régimen autodesignado como "sagrado e inalterable", con bases
de legitimación indiscutibles. En palabras de Moore (1987), "Si el maestro
permite deliberadamente que los niños tengan el máximo de libertad, lo hace de
acuerdo con alguna teoría libertaria; si su enseñanza es didáctica y
autoritaria, sigue una teoría acerca de la mejor manera de lograr una meta
educativa deseable. En general, si por medio de la enseñanza se pretende
producir personalidades bien integradas, ciudadanos democráticos, comunistas o
cristianos dedicados, esta enseñanza se basa en una teoría".

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